Introducción: El Leviatán
Con su obra “Leviatán, o la materia, forma y poder de un estado eclesiástico y civil”, Thomas Hobbes fundó el contractualismo, la corriente de filosofía política y del derecho que explica el origen del Estado y la sociedad como un contrato entre las personas que deciden ceder su soberanía a un ente ideal, aceptando limitaciones a sus libertades a cambio de orden, paz y ciertos derechos.
En este trabajo planteo como hipótesis que el fenómeno de la cripto-economía, las finanzas descentralizadas y las criptomonedas constituye en última instancia una renegociación de ese pacto original y un medio por el cual los individuos están reclamando de regreso parte de la soberanía cedida oportunamente al Leviatán.
Qué son las criptomonedas, la fiebre cripto y sus desafíos
Una criptomoneda es un activo digital que utiliza técnicas de cifrado para controlar la creación de unidades de moneda y verificar la transferencia de activos, que opera sobre tecnologías de registro distribuido, independientemente de una sola unidad central.[1]
Las cripto “proponen una moneda que sirva como medio de pago y depósito de valor […],[2] que no genere inflación […] sin necesidad de que ningún gobierno o entidad financiera lo avale” [3] y que opera en mercados descentralizados.
A su vez, las finanzas descentralizadas (DeFi o Decentralized Finance) “utilizan las criptomonedas y la tecnología blockchain para administrar transacciones financieras” con el objetivo de democratizar las finanzas al eliminar a los intermediarios y las instituciones centralizadas y proporcionar un espectro completo de servicios financieros entre pares.[4]
Las finanzas descentralizadas se caracterizan por ser: “una alternativa global y abierta al sistema financiero actual” con “productos que permiten tomar préstamos, ahorrar, invertir, comerciar” y que están “basadas en tecnología de código abierto con la que cualquiera puede programar.”[5]
Es importante enfatizar que las criptomonedas no existen físicamente. Tampoco las emite ningún Estado ni ninguna autoridad central como el BCRA. El mercado de criptos no está regulado. Si bien los gobiernos pueden regular a quienes operan con cripto, a las plataformas de intercambio (los Exchanges), etc., el mercado de compra y venta no está regulado como la Bolsa.
Como señala Erin Griffith en una columna para el New York Times, “las monedas digitales, que alguna vez fueron un nicho, han invadido la corriente principal a través del arte, los deportes, el entretenimiento y los medios. En el proceso, Bitcoin y otras criptomonedas han pasado de la curiosidad y el chiste, a la inversión viable. Han enriquecido a mucha gente, haciendo que toda la categoría sea imposible de ignorar.”[6]
Actualmente tenemos empresas multinacionales aceptando criptomonedas como forma de pago; Coinbase, un exchange cripto, cotizando en la Bolsa norteamericana (NASDAQ), ventas millonarias de NFT’s de fotos personales o arte virtual; Fondos de Inversión en moneda digital ofrecidos por bancos de Wall Street; clases de blockchain para niños; entre otros ejemplos del auge cripto.[7]
Sin embargo, la fiebre cripto también plantea distintos desafíos, tales como las estafas y los ciberdelitos. Cada día se conocen nuevos casos de estafas piramidales[8] o hackeos cada vez más importantes[9]. Por otra parte, al tratarse de una tecnología descentralizada, no regulada y que no depende de ningún gobierno, otro de los grandes desafíos de la comunidad global es evitar el uso de las criptomonedas para el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
La filosofía cripto
En una columna de 2011, Andy Greenberg –conocido escritor de WIRED– señalaba, al referirse a Bitcoin, que “reemplaza por completo las monedas respaldadas por el Estado con una versión digital que es más difícil de falsificar, atraviesa fronteras internacionales, se puede almacenar en su disco duro en lugar de en un banco y, quizás lo más importante para muchos de los usuarios de Bitcoin, no está sujeto al capricho inflacionario de cualquier Jefe de la Reserva Federal que decida imprimir más dinero.”[10]
Según Gavin Andresen, un desarrollador de software y emprendedor que trabajó en el proyecto, «Bitcoin está diseñado para llevarnos de vuelta a una moneda descentralizada de la gente».[11]
En esta misma sintonía, en el sitio web de Ethereum se explica que “DeFi es un sistema financiero abierto y global creado para la era de Internet: una alternativa a un sistema opaco, estrictamente controlado y mantenido por una infraestructura y procesos de décadas de antigüedad. Le da control y visibilidad sobre su dinero. Brinda exposición a los mercados globales y alternativas a su moneda local u opciones bancarias. Los productos DeFi abren los servicios financieros a cualquier persona con conexión a Internet, son mantenidos y son propiedad de sus usuarios.”[12]
Todo ello muestra que detrás de las criptomonedas subyace una filosofía de la descentralización y la libertad como modelo de vida.[13] Detrás del auge cripto existe una filosofía que busca democratizar las finanzas, hacerlas accesibles y devolver a las personas el control sobre su dinero y sus recursos.
Como señala Álex Preukschat, las blockchain “son una invitación a experimentar el «caos» autorregulador de una organización que nadie controla completamente y en la que todos los que participan en ella son responsables de la misma […] De lo que se trata, pues, es de gestionar nuestra integridad, carácter, ética, conocimientos y comportamientos altruistas.”[14]
Al final de cuentas, las criptomonedas nos exhortan a ser más responsables respecto de nosotros y del colectivo que las utiliza, a fin de mantener un sistema descentralizado que efectivamente democratice las finanzas y genere más oportunidades para las personas.
La desconfianza en las instituciones, inflación y otras razones
Hasta aquí uno podría preguntarse, ¿qué tienen que ver el Leviatán y el contractualismo con la criptoeconomía y las finanzas descentralizadas?
La respuesta esté, quizá, en las primeras palabras del White Paper de Bitcoin:
“El comercio en Internet ha venido a depender exclusivamente de instituciones financieras las cuales sirven como terceros confiables para el procesamiento de pagos electrónicos. Mientras que el sistema funciona lo suficientemente bien para la mayoría de las transacciones, aún sufre de las debilidades inherentes del modelo basado en confianza.
”Lo que se necesita es un sistema de pagos electrónicos basado en pruebas criptográficas en vez de confianza, permitiéndole a dos partes interesadas en realizar transacciones directamente sin la necesidad de un tercero confiable.”[15]
El White Paper finaliza con esta frase: “[h]emos propuesto un sistema para transacciones electrónicas sin depender en la confianza.”[16]
Gran parte del auge por las criptomonedas es la confianza. O, mejor dicho, la falta de confianza en las instituciones estatales, en el Sistema Financiero, en el dinero fiat y en la capacidad de los Estados de mantener economías, monedas y mercados sólidos y estables que permitan a los individuos ejercer la industria, el comercio y autodeterminarse.
Esto lo recoge un Reporte de Chainalysis,[17] en el que explica que algunas de las razones por las cuales los individuos adoptan las criptomonedas son como herramienta de inversión, la falta de confianza en las instituciones y como reserva de valor de sus ahorros.
En este sentido, a pesar que las criptomonedas y las finanzas descentralizadas, al no estar reguladas, son más volátiles y presentan mayores riesgos; su adopción cada día es mayor en todo el mundo.[18] En mi opinión, esto se debe a que las criptomonedas y las finanzas descentralizadas devuelven a los individuos el poder de decisión sobre sus ahorros y recursos. Por eso las personas están cada día más dispuestas a soportar mayores riesgos y mayor volatilidad en el mercado cripto, a cambio de mayor libertad y capacidad para autodeterminarse financieramente.
La cripto-soberanía financiera
Lo mencionado hasta aquí nos lleva a nuestro último punto y reflexión final de este trabajo: el auge de la cripto-economía simboliza la reconquista de una porción de la soberanía que los ciudadanos cedieron oportunamente al Leviatán.
Tal como establece la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad son derechos inalienables y los hombres instituyen el Leviatán para garantizar y preservar estos derechos. El auge de las criptomonedas pareciera mostrar cierta disconformidad con el Leviatán.
Pongamos como ejemplo a la Argentina –uno de los países con mayor adopción de criptomonedas–.[19] Si uno hace un repaso de las últimas décadas, advertimos que el país mantiene una inflación constante de entre el 25% al 50% anual pero con una legislación que impide la indexación; la constante falta de transparencia de las cuentas públicas; el constante incremento de la deuda pública; la pobreza en casi un 50%; regulaciones económicas y tributarias que cambian todos los días creando reglas de juego inestables y poco claras; y la lista podría seguir. Lamentablemente, esta realidad incluye y es responsabilidad de todos los partidos políticos que fueron gobierno de turno.
Ante este panorama, podríamos afirmar que el Leviatán argentino ha incumplido con sus obligaciones originarias. Y, en un nivel de análisis más básico, si el Peso argentino ya no cumple la función de reserva de valor y el Estado ha dificultado enormemente la posibilidad de invertir en otras monedas que sí constituyen reservas de valor, ¿se le podría prohibir a un ciudadano que preserve sus ahorros mediante la compra de criptomonedas? ¿Acaso los ciudadanos no tienen el derecho de autodeterminarse y preservar sus ahorros?
No por nada, dentro del top ten de adopción de criptomonedas, “figuran países que tienen las monedas que más se devaluaron en el año, como Venezuela, Argentina y Nigeria.”[20]
Al fin y al cabo, la obligación del Leviatán es garantizar la paz, el orden y un mercado que funcione adecuadamente y que permita a los individuos autodeterminarse y buscar su propia felicidad. Recordemos que estas son las supuestas razones por las cuales los Estados cobran impuestos.
Ante este panorama, la cripto-economía, las finanzas descentralizadas y las criptomonedas devuelven a los individuos parte de la soberanía sobre sus finanzas, sus ahorros y sus recursos.[21] En última instancia, la cripto-economía simboliza y promete devolver a las personas su capacidad para autodeterminarse financieramente.
Las criptomonedas cada día ganan más terreno como medio de pago, unidad de cuenta y como reserva de valor.[22] Los gobiernos se enfrentan al dilema de cómo controlar lo que no es posible controlar. El dilema de fondo es el control o la pérdida del mismo por parte del Leviatán.
Como todo en esta vida, el regulador puede prohibir o preguntarse por qué las personas están dispuestas a aceptar mayor riesgo invirtiendo en cripto en vez de confiar en las instituciones, en el sistema financiero y en el dinero fiat. Si el regulador elige este último camino en vez de prohibir, puede generarse un cambio cultural que redundará en grandes beneficios para todos.
Al fin y al cabo, los riesgos de las finanzas descentralizadas y las criptomonedas son reales y se necesita de reglas claras y acciones coordinadas entre todos (reguladores, operadores, exchanges, inversores, usuarios, etc.) para poder hacerles frente.
En este sentido, los riesgos del uso de las criptomonedas para el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo se convierten en uno de los grandes desafíos que tiene por delante la comunidad internacional. Eso, sumado a los ciberdelitos y estafas cada vez mayores que circulan, que pueden convertirse en un obstáculo para la mayor adopción cripto.
Las criptomonedas son el presente, son una realidad que propone un sistema financiero descentralizado y autoregulado, con oportunidades para todos. Esto es justamente una de las principales funciones de la tecnología: democratizar e igualar oportunidades. Lo que suceda con las criptomonedas depende, al fin y al cabo, de nosotros. El futuro ya está aquí.
Notas y Bibliografía
[1] Schueffel, Patrick; Groeneweg, Nikolaj; Baldegger, Rico, The Crypto Encyclopedia: Coins, Tokens and Digital Assets from A to Z, Berna, Growth Publisher, 2019, disponible en https://www.heg-fr.ch/media/lbdfnyd1/schueffelgroenewegbaldegger2019_crypto-encyclopedia_eng.pdf (último acceso el 15/04/2022).
[2] Las funciones del dinero son:
- Medio de cambio: mediante esta función, podemos intercambiar bienes, productos y servicios por una cantidad de dinero.
- Unidad de cuenta: mediante esta función, podemos fijar los precios de los bienes, productos y servicios por una cantidad de dinero.
- Depósito de valor: mediante esta función el dinero nos permite conservar su valor a lo largo del tiempo.
Ver el magnífico trabajo de Estela B. Sacristán, «La moneda y su devaluación”, en Derecho Administrativo – Revista de Doctrina, Jurisprudencia, Legislación y Práctica – RDA, enero-febrero 2020, Nº 127: pp. 120-153. ISSN: 1851-0590.
[3] Ver Mondragón Tenorio, Edgar, “¿Cómo funcionan las criptomonedas?”, en BBVA Suiza, 03/03/2021, disponible en https://www.bbva.ch/noticia/como-funcionan-las-criptomonedas-2/ (último acceso el 15/04/2022).
[4] E. Napoletano, Benjamin Curry, “What Is DeFi? Understanding Decentralized Finance”, em Forbes Advisor, 08/04/2022, disponible en https://www.forbes.com/advisor/investing/cryptocurrency/defi-decentralized-finance/ (último acceso el 15/04/2022).
[5] Decentralized finance, en https://ethereum.org/en/defi/ (último acceso el 15/04/2022).
[6] Griffith, Erin, “We’re All Crypto People Now”, en New York Times, disponible en https://www.nytimes.com/2021/04/25/technology/cryptocurrency-mainstream.html (último acceso el 15/04/2022).
[7] Griffith, Erin, “We’re All Crypto People Now”, en New York Times, disponible en https://www.nytimes.com/2021/04/25/technology/cryptocurrency-mainstream.html (último acceso el 15/04/2022).
[8] Sobre el tema de los desafíos y crecientes estafas, ver las entrevistas al suscripto en Delta 90.30 (https://radiocut.fm/audiocut/nicolas-bonina-en-delta-90-30/) y en el noticiero El Interactivo (https://cdn.jwplayer.com/previews/QkyKROc8-hTj2AuoI). Último acceso en ambos el 15/04/2022.
[9] Hace poco el conocido juego Axie Infinity, del tipo play-to-earn Tokens No Fungibles, fue hackeado por un valor combinado de más de 600 millones de dólares. Ampliar en Prashant Jha, “Las consecuencias del hackeo de USD 650 millones de Axie Infinity” en Cointelegraph, 14/04/2022, disponible en https://es.cointelegraph.com/news/the-aftermath-of-axie-infinity-s-650m-ronin-bridge-hack (último acceso el 15/04/2022).
[10] Andy Greenberg, “Crypto Currency”, en Forbes, 20/04/2011, disponible en https://web.archive.org/web/20110424035748/http://www.forbes.com/forbes/2011/0509/technology-psilocybin-bitcoins-gavin-andresen-crypto-currency.html (último acceso el 15/04/2022).
[11] Andy Greenberg, “Crypto Currency”, en Forbes, 20/04/2011, disponible en https://web.archive.org/web/20110424035748/http://www.forbes.com/forbes/2011/0509/technology-psilocybin-bitcoins-gavin-andresen-crypto-currency.html (último acceso el 15/04/2022).
[12] Decentralized finance, en https://ethereum.org/en/defi/ (último acceso el 15/04/2022). El énfasis me pertenece.
[13] Álex Preukschat, “La descentralización como modelo de vida”, en AA.VV., Álex Preukschat (coordinador), Blockchain: La revolución industrial de internet, Capítulo 8, Gestión 2000, 2017, versión Kindle.
[14] Álex Preukschat, “La descentralización como modelo de vida”, en AA.VV., Álex Preukschat (coordinador), Blockchain: La revolución industrial de internet, Capítulo 8, Gestión 2000, 2017, versión Kindle.
[15] Satoshi Nakamoto, “Bitcoin: Un Sistema de Efectivo Electrónico Usuario-a-Usuario”, 2008, p. 1, disponible en https://bitcoin.org/files/bitcoin-paper/bitcoin_es_latam.pdf (último acceso el 15/04/2022).
[16] El énfasis me pertenece. Ver Satoshi Nakamoto, “Bitcoin: Un Sistema de Efectivo Electrónico Usuario-a-Usuario”, 2008, p. 8, disponible en https://bitcoin.org/files/bitcoin-paper/bitcoin_es_latam.pdf (último acceso el 15/04/2022).
[17] Chainalysis, “The 2021 Geography of Cryptocurrency Report”, Octubre 2021, disponible en https://go.chainalysis.com/rs/503-FAP-074/images/Geography-of-Cryptocurrency-2021.pdf (último acceso el 15/04/2022).
[18] Chainalysis, “The 2021 Geography of Cryptocurrency Report”, Octubre 2021, p. 12, disponible en https://go.chainalysis.com/rs/503-FAP-074/images/Geography-of-Cryptocurrency-2021.pdf (último acceso el 15/04/2022).
[19] IPropUP, “Argentina entre los países de mayor adopción de criptomonedas: ¿en qué puesto del ranking se ubica?”, 06/09/2021, disponible en https://www.iproup.com/economia-digital/25731-argentina-entre-los-paises-de-mayor-adopcion-de-criptomonedas (último acceso el 15/04/2022).
[20] IPropUP, “Argentina entre los países de mayor adopción de criptomonedas: ¿en qué puesto del ranking se ubica?”, 06/09/2021, disponible en https://www.iproup.com/economia-digital/25731-argentina-entre-los-paises-de-mayor-adopcion-de-criptomonedas (último acceso el 15/04/2022).
[21] Cuando hablamos de autodeterminación y soberanía financiera, siempre parto de la base y doy por sentado el uso legítimo de las criptomonedas. Su uso ilegítimo no constituye capacidad de autodeterminación, sino un delito o infracción administrativa, según corresponda.
[22] Chainalysis, “The 2021 Geography of Cryptocurrency Report”, Octubre 2021, p. 12, disponible en https://go.chainalysis.com/rs/503-FAP-074/images/Geography-of-Cryptocurrency-2021.pdf (último acceso el 15/04/2022).