Datos, derecho y Justicia
Vivimos en la era de los datos. No caben dudas de ello. La humanidad genera la friolera de 2,5 quintillones bytes de datos cada día y algunas estimaciones pronostican que para 2025 se crearán 463 exabytes de datos cada día en todo el mundo, lo que equivale a 212.765.957 DVD’s por día.
Pero los datos por si solos no valen mucho, son el nuevo petróleo pero “crudo”, como explica Pablo Paul. Así como al petróleo hay que refinarlo para convertirlo en un producto utilizable, a los datos también hay que procesarlos, transformarlos y analizarlos para convertirlos en conocimiento accionable. La clave para orientarse a datos está en cambiar nuestro mindset respecto a los mismos (dejar de acumularlos y tratarlos como un activo) y transformarlos en acciones concretas y útiles para alcanzar los objetivos organizacionales (David L. Rogers).
Una organización data driven considera los datos como un activo estratégico, los convierte en información y conocimiento práctico y accionable para responder preguntas de negocio que antes eran imposibles o difíciles de responder y así mejorar sus operaciones, tomar a tiempo mejores decisiones, con mayor certeza y con mayor rapidez (Luca Piatelli).
Ahora, ¿cómo impacta la era de los datos en el derecho y la justicia? El trabajo de abogados y jueces siempre ha consistido en estudiar y analizar uno por uno los precedentes judiciales y leading cases –que son casos cuya resolución inician o cambian una tendencia–; sumado al estudio de normas, libros y publicaciones jurídicas para mantenerse actualizados. Luego, en los casos judiciales, los abogados presentan los hechos, las pruebas y las justificaciones jurídicas y los jueces aplican el derecho. Pero, en esta era 4.0 en la que el big data, la inteligencia de negocios y la ciencia de datos nos permiten procesar grandes cantidades de datos, identificar patrones, tendencias, hacer pronósticos y obtener una comprensión más cabal de los hechos, ¿la manera tradicional de ejercer el derecho y de impartir justicia es suficiente?
Legal Analytics: el futuro del derecho y la justicia
Legal Analytics es el conjunto de herramientas, tecnologías y procesos que sirven para extraer, transformar, procesar y analizar datos crudos del ámbito legal para convertirlos en conocimiento práctico y accionable, que ayude a abogados, gobiernos y jueces a identificar patrones, tendencias, resolver problemas jurídicos, mejorar y acelerar la toma de decisiones legales o judiciales y hacer pronósticos.
Desde un punto de vista más técnico, podemos decir que legal analytics consiste en la aplicación al derecho de técnicas de big data, business intelligence y ciencia de datos para extraer conocimiento práctico y accionable de los datos crudos y así desarrollar sistemas de inteligencia descriptiva o predictiva.
¿Quiénes se benefician con legal analytics?
Todos. Abogados, jueces, administraciones públicas, justiciables, ciudadanos y clientes.
Los abogados y departamentos legales de empresas se benefician pues esta disciplina les permite tener un mayor conocimiento de su organización y de su práctica profesional; saber en qué gastan, cuánto gastan, cuánto ganan, cómo ganan, cómo está su cartera de juicios y casos, cuán eficientes son, cuánto produce cada socio. Legal analytics permite a los abogados tomar decisiones basadas en datos, con mayor certeza, mejorar las operaciones de sus organizaciones, automatizar flujos de trabajo, analizar los resultados de sus acciones comerciales, incrementar la productividad y el engagement de sus clientes y desarrollar nuevos servicios jurídicos, transformando así sus modelos de negocio.
Este cambio de paradigma se da en un momento en el que los propios clientes buscan más asesoramiento legal basado en datos, tal como señala el Lawtech UK Report 2021. En este sentido, legal analytics permite responder de manera objetiva y en base a datos, preguntas tales como la probabilidad de ganar o perder tal o cual caso, qué rango de indemnización podrían determinar los tribunales o cuál es el rango monetario óptimo para un arreglo extrajudicial. Todo esto redunda en beneficios para los clientes.
La analítica legal también es clave para las administraciones públicas, para responder preguntas que mejoren la gestión estatal y la rendición de cuentas o accountability de los actos de gobierno. Hoy, con herramientas y técnicas de análisis legal de datos agregados, se pueden analizar, responder y evaluar preguntas tales como: ¿en qué gasta el Estado? ¿Por qué compra lo que compra? ¿Con quién contrata? ¿Cómo se está ejecutando el presupuesto público? ¿Tal o cual política pública tiene un impacto positivo o no en la población? ¿Cuál es el ratio de delitos por ciudad o por zona? ¿Qué tipos de delitos se cometen por cada zona? ¿Dónde se producen mayores accidentes de tránsito? ¿Por qué? Es decir, la analítica legal de datos sirve a las administraciones públicas para ser más eficientes y también para medir y evaluar los resultados de las políticas públicas que implementan, lo cual redunda en beneficios para los ciudadanos.
Finalmente, en cuanto al Poder Judicial, legal analytics permite a los jueces tomar decisiones basadas en datos agregados, incrementando la objetividad de la decisión y reduciendo el peso de la opinión de peritos, expertos y la interpretación subjetiva de los hechos. El juez siempre conoce el derecho y el análisis legal de datos agregados le permite adquirir un conocimiento más acabado y objetivo de patrones y tendencias, además que le puede ayudar a reducir la demora en las decisiones judiciales, lo cual es clave para que se cumpla el principio de tutela judicial efectiva. A nivel organizacional, legal analytics puede ayudar a la Justicia a optimizar el proceso judicial, reducir tiempos procesales, encontrar cuellos de botella, automatizar flujos de trabajo y analizar el resultado de los procesos y de su propia actividad para ver qué funciona y qué se puede mejorar. Esto en definitiva, mejora el acceso a la Justicia, beneficiando a los justiciables.
Por estas razones, en mi opinión, legal analytics será un game changer para abogados, tribunales de justicia, administraciones públicas, clientes, ciudadanos y justiciables. No me caben dudas que estamos ante el futuro del Derecho. Al fin y al cabo, en palabras de Jannis Kallinikos, “la generación masiva de datos es la marca distintiva de nuestra era y la disponibilidad de los mismos, su Santo Grial”.